Cuando una persona entra en un estudio de tatuaje por primera vez casi nunca detalla titulaciones o permisos porque realmente va es a percibir sensaciones y hacer preguntas sobre su proyecto, vaya, si lo atendieron bien y si le agrado lo que veía.

La segunda vez que va al estudio ya empieza a detallar los títulos colgados en paredes o en sitios visibles. El más importante realmente es el título higiénico sanitario que es el obligatorio por normativa y es diferente en cada comunidad. Aún no existe un título oficial de la junta de Andalucía o en otras comunidades, no está reglado. Cada tatuador será responsable de su propia educación en el mundo del tatuaje, es decir, seminarios y talleres a los que pueda asistir para renovarse o aprender.

Si además tiene la licencia de apertura ya ha pasado por la normativa del ayuntamiento en cuestión. Igualmente ésta se encuentra en el Histórico del Boja de la junta de Andalucía.

En resumen si el estudio está abierto lo normal es que cumpla la normativa.

Ya una vez en faena habrás de observar si el material es nuevo y desechable o si lo desempaquetan delante de ti porque esté esterilizado. Si el lugar está limpio y sin polvo.

Si el profesional usa la indumentaria adecuada para tatuar y se pone guantes o mascarilla que esas en su mayoría son de uso habitual y el profesional lo hace ya por costumbre.

Antes de empezar un tatuaje ya el cliente está informado tanto del procedimiento como del post y habrá de firmar una hoja de consentimiento.